Una cosa buena que ha traído el covid.
Durante la pandemia todos los hospitales iniciaron protocolos para evitar la transmisión del virus.
En cuanto a familiares solo se permite en la mayoría de hospitales 1 acompañante que generalmente es la pareja.
En este panorama en habitación solo se encuentra mamá, papá y el recién nacido.
Este tiempo a solas, sin el desfile de visitas que generalmente vemos, favorece a tener una lactancia muy buena y a evitar todos aquellos mitos que con la mejor de las intenciones brindan los familiares.
- El bebé se está quedando con hambre
- no tienes suficiente leche
- está llorando de hambre
- que le den fórmula por que no llena
- dile al pediatra que le indique fórmula
Al parecer si limitamos los primeros momentos de la vida a: mamá, papá y bebé, surge cierto instinto que hace que las cosas vayan muy diferente que antes de la pandemia en cuanto a lactancia, donde estaba en la habitación mamá, papá, hermanas, tías, suegra, la abuela, las amigas, las vecinas y hasta los tíos políticos que andaban de visita.
Esta restricción de visitas está volviendo muy íntimo este momento y está favoreciendo enormemente a la lactancia. Claro que siguen existiendo retos en lactancia, pero con la asesoría adecuada no hay problema que no se resuelva.
Sin lugar a duda en cuanto termine la pandemia, mi recomendación para los nuevos papás de ahora en adelante será: Cero visitas los primeros días vs poner en riesgo su lactancia.
Alguna nueva mamá que me lea que nos platique su experiencia en lactancia ahora en la pandemia.
Créditos de la foto: Monet Nicole
